miércoles, 2 de diciembre de 2009

Cuando Ray Sugar tuvo un sueño...

No enciendas la luz, no sé como reaccionaré.
No habrás los ojos. No te levantes.
Oyes a la gente gritar, que jalea. No sé si para que me levante o por la gloria del que me acaba de noquear.
Como me pesa el mundo, todo ese mundo que Ray me acaba de echar encima.
Piensa, piensa, piensa por ti mismo. Pero, ¿qué mismo? El que veía arrogante, soberbio, , capaz de lograr el campeonato del mundo o este mismo vencido, humillado, inerte sobre la lona.
Demasiado lucido para volver a la pelea.
Demasiado tiempo en el suelo, el cuenteo de protección ya habrá concluido
Que silencio.
Que alguien me ayude a levantarme.
¿Qué ocurre?, ¿quién ha encendido la luz?, si continuo con los ojos cerrados.
¿Quién eres tú?. No me digas, ya sé, vienes a por mi, tú que siempre vienes a por los despojos desraizados de los vencidos.

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