jueves, 10 de diciembre de 2009

Teatropeya.



- ¡El mundo, esta lleno de egoístas!
- Y dicho esto...
- El mundo, esta lleno de egoístas (gritando como una cacatua)
- Ya, y dicho esto...
- El mundo, esta lleno de egoístas (con sentido trágico)
- Muy bien, y dicho esto...
- El mundo, esta lleno de egoístas (rotundo)
- .... y.... dicho esto... (mirando alrededor)
- El mundo es giroista.... (y todos comienzan a girar)

- Y dicho esto... vuelta a empezar.

El mundo, esta lleno de egoístas, ese es nuestro pecado original, nuestra condición.

Era ella...

Era ella una niña cuando la conocí.
Olía al viento que azota a los árboles en primavera. de su pelo de cobre surgían rayos invisibles que te atravesaban y te atontaban. Solía vestir ropa hortera con sumo gusto. Su sola presencía actuaba de imán.
Siempre me entretenía mirándola mientras ella hablaba y se enfadaba conmigo si la interrumpía. Nunca le dije, que esos estorbos eran los intentos de ocultar mi pobre conversación, alargando la suya. No era curiosidad, la batería de preguntas que realizaba, si no una técnica ante la aparición del terrible bostezo.
Cuantas veces pensé en abrazarla. Una vez, hubo en medio una escalera, yo desde arriba la descubrir llorando, y le pregunte que le ocurría. Ella me respondió que sus lágrimas eran por los árboles, por una historia cantada de ellos. Era distinta a los demás. Mezcla rara. Espero que siga así.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Cuando Ray Sugar tuvo un sueño...

No enciendas la luz, no sé como reaccionaré.
No habrás los ojos. No te levantes.
Oyes a la gente gritar, que jalea. No sé si para que me levante o por la gloria del que me acaba de noquear.
Como me pesa el mundo, todo ese mundo que Ray me acaba de echar encima.
Piensa, piensa, piensa por ti mismo. Pero, ¿qué mismo? El que veía arrogante, soberbio, , capaz de lograr el campeonato del mundo o este mismo vencido, humillado, inerte sobre la lona.
Demasiado lucido para volver a la pelea.
Demasiado tiempo en el suelo, el cuenteo de protección ya habrá concluido
Que silencio.
Que alguien me ayude a levantarme.
¿Qué ocurre?, ¿quién ha encendido la luz?, si continuo con los ojos cerrados.
¿Quién eres tú?. No me digas, ya sé, vienes a por mi, tú que siempre vienes a por los despojos desraizados de los vencidos.

domingo, 22 de noviembre de 2009

El ombligo de la mariposa.

El temporal que arrasó mi vida anterior.
La majestad que llegó con la tempestad.
Eres tan divertida como una pelota de goma,
de esas que rebotan, rebotan, rebotan y rebotan.
Me tiro al suelo de la risa, todo el rato, con toda la gente que me rodea.
Les contagio, me contagias, con la perla de tu risa.

jueves, 19 de noviembre de 2009

La araña cazada sin cenar.

La araña teje su tela a la luz de la luna.
Ella no duerme, piensa y repiensa como será su nueva malla nocturna.

¿Con cuántos hilos la trenzaré?, ¿qué figura le daré?, ¿de qué colores la pintaré?, ¿en qué lugar la colgaré?, ¿a barlovento o a sotavento?

Piensa y repiensa, en esta noche en vela amarillenta.

Un buen diseño para el trapo que atrapa a las moscas noctámbulas.
Una guía que brille y que engañe a sus víctimas tendrá que preparad.
La tela invisible será, pringosa y pegajosa las patas retendrá.
Y tan brillantes los hilos serán como cuando Encélado con catalejo puedes observad.
La cuna que pesca en mortaja se convertirá.
Sabana fúnebre que cubrirá las delicias de un manjar.

Piensa y repiensa la araña al hilar.
Y tanto pensar, y tanto imaginar.
Que de la boca la baba comienza a rebosar.
La tela por las patas se le va a pegar y del susto en su propia tela se envolverá.

La araña yace enredada en esta noche en vela amarillenta.
Se bambolea de barlovento a sotavento.
Piensa y repiensa la araña como podrá escapar.
Mientras, en la noche, las alcahuetas estrellas, hablan de lo que acaban de presenciar.

martes, 17 de noviembre de 2009

Calidad de vida.

Los bienes materiales, no solo te dan la calidad de vida.
Tener dinero, poseer en una casa digna, contar con lo imprescindible y algo más para vivir. Tener al alcance electricidad para un frigorífico o lavadora, agua limpia para beber y lavarte, ropa que te cubra y te abrigue.

La calidad de vida también te lo da la gente que te rodea.
Que te ayuden, y comprendan. Que te escuchen y te aconsejen cuando lo pidas. Que te admiren y te lo digan de vez en cuando.
Personas que te mimen, que te regalen su tiempo para compartirlo contigo sin pactos, ni exigencias.

Eso es la verdadera calidad de vida.

El texto de mi vida.

Un nuevo día.

Tomo prestados párrafos enteros del día de ayer.
Selecciono, copio y pego... mmmm ¿Dónde lo pongo?
Aquí, cuando me levanto de la cama.

Entro en la ducha y pienso en la lluvia antes de caer.
El tiempo que la lleva en formarse en las nubes.
Su vida nómada, de allí para aquí.
Surcando ríos, impulsada por oleajes, retenida en embalses, volando sobre las alas de las nubes.
Abro el grifo y el agua moja mi cuerpo.

Es el momento de soñar en lo que hubiera podido ser y no fui. Como la hormiga que quiso ser astronauta.
"Alcanzó el cohete, se coló en una de las hendiduras del fuselaje. Pero nada más despegó la nave ella salió despedida y aún peor chamuscada"

Tengo en la librería de mis libros pasados, un atlas de mis añoranzas.

Salgo de la ducha y mientras me seco busco en el tratamiento de texto un estilo de párrafo. Justificado.

lunes, 16 de noviembre de 2009

El porqué de los gemelos de mis pantorrillas

Mi madre era esa mujer que vestía bata de guata cuando era niño. Me despertaba por las mañanas, con un vaso de leche y tostadas de pan con mantequilla sobre la mesa de la cocina, y mientras me las comía, me repeinaba el flequillo con abundante agua insertada en un peine gigante.

Me acompañaba al colegio cogiéndome de la mano, para que no me entretuviera por el camino y no llegara tarde. Más de un día entraba en el patio cuando ya no había nadie y tenía que llamar a la puerta de clase, con el consiguiente abucheo de mis compañeros.

Siempre a la carrera. Ella dando pasos de siete leguas con sus zapatos negros. Yo, por una razón de lógica y de tamaño, pasitos de ciempiés, uno tras otro, sin parar.
Desde ahí abajo, la miraba con asombro siguiendo la prolongación de mi brazo que le llevaba al suyo. Todos los días lo mismo. Pasábamos con las aceras levantando el polvo y atravesábamos los cruces sin mirar. A menudo, incomprensiblemente, los coches nos pitaban, e incluso sus conductores nos reprochaban nuestra manera de correr, yo les disculpaba ya que no sabían que llegábamos tarde al colegio, en cambio mi madre se ponía roja, roja de Irán, como ella decía, “se irán a tomar por…”

Antes de abandonarme a mi suerte en el colegio, cuando daba tiempo. Mi madre se agachaba, y en cuclillas me miraba. Con un lametón se humedecía los dedos de la mano, y me volvía a repeinar. Me deseaba un buen día y me regalaba un sonoro beso en la frente.

Horas más tarde, ella volvía a recogerme para llevarme a casa para darme de comer. Otra carrera. Nuestra vida era un va y viene, un sudor continuo en la espalda. Lo nuestro no era la placidez, el paseo tranquilo que degusta los sonidos de la ciudad. Pasábamos por ellos, sus escaparates, sus gentes como si fuéramos subidos en un tren.

No sé como nos lo apañábamos para que siempre nuestro estado ante la vida fuera la prisa. Vivir en el país de los atletas frenéticos.

lunes, 9 de noviembre de 2009

http://ondavaga.net/

Un vagón hermoso.





Me he encontrado, más bien, me he golpeado con esto. Un proyecto, un espacio,un lugar para la cultura, una vivencia... , como lo quieran llamar.
Estoy encantado de conocerlos. Me siento bien sabiendo que existen lugares como este, que existe gente que hace cosas para sentir y existir.

http://unvagonhermoso.blogspot.com/

Y ya puestos, suelto lo que siento y pienso hoy.

Cambiemos los conceptos.
Los prejuicios y convencionalismos.
Existen normas buenas y malas, ni buenas, ni malas, son lo que son, normas. Acuerdos a los que se llegan por uso o costumbre, por facilitar la convivencia, no son más, ¿ley?, otro convencionalismo.

Ahora si, cada uno es libre de aceptarlas o removerlas, fusionarlas con sus ideas. Adecuarlas a su modo, nadie tiene la manija de lo perfecto. Eso sí, atente a las consecuencias. Tú seras el bicho raro, que a todo le das la vuelta. Que justificas, sin aparente razón, no más que la tuya, que mayor razón por otra parte, todo lo indefendible.

Cambiemos las apreciaciones.
Se dice que "Los jóvenes somos el futuro", no estoy de acuerdo. Yo diría "Los jóvenes somos el presente, pero tanto como el no joven".
Los inexpertos son el futuro. Yo, que ya no soy joven, lo sigo siendo. Pero mi futuro cada vez es más pequeño.

Defendamos la diferencia, si esta se quiere mantener. En este mundo globalizado dónde todo nos intenta estandarizar, debemos dejar un margen de maniobra a los localismos, a las comunidades más pequeñas autogestionables. En todos los conceptos. Existen unas normas, si, pero son una referencia. Dejemos un margen a lo particular, seguro que se nos colaran sinrazones y disparates, pero que no nos aplaste el yugo de lo bien correcto.

Apreciemos lo tuyo, sin despreciar lo de fuera. Lo tuyo, es eso que esta ahí mismo.

martes, 27 de octubre de 2009

Se busca persona dispuesta a inspirarse.



No hay que entender el arte, hay que sentirlo.

La obra de un artista te llama la atención, te emociona, te espanta, te conmueve, te da placer, te golpea, te revoluciona, te… tantas cosas.

El objetivo de lo representado puede ser buscar una determinada reacción, pero otras, lo pretendido será lo que se llama “tema libre”.

Y tú, ¿qué sientes?


http://www.carles-santos.com/

miércoles, 7 de octubre de 2009

Hablamos de soledades.

Lo acabo de ratificar. Llevo un tiempo con la sensación que no le importo a nadie. A nadie. No es que me sienta solo. Estoy seguro que si ahora me muriera, nadie vendría a mi entierro, y eso es muy triste, que nadie se acuerde, ni hable de ti, cuando falleces.

No sé si es que he cambiado o me acabo de dar cuenta que toda mi vida ha sido así.

Estoy solo, y no le importo a nadie

La caja.

Mi cuerpo había cambiado poco y en el fondo del armario encontré la caja.

La cogí, y me senté en la cama. Nunca la había abierto. La poseía desde que era niño, aunque ya había olvidado que la conservaba. Como tantos pasajes de la vida, que vuelven sin llamarlos, pero de repente surgen así, de sopetón, y te das cuenta que siempre han estado allí, guardados, esperando a que sean reencontrados. Dudé.

Dudé un momento, por recordar que dentro de ese espacio, estaban mis miedos, todos mis temores.

Ahora soy un hombre que ha vivido amarrado a la entereza. Toda mi vida se ha construido en la seguridad, una calculada y fría severidad. No ha habido sitio ni para el arrebato, ni para el nerviosismo, tanto sentimental, como profesional. El equilibrio me inunda. No vaciló en anular cualquier intromisión que desvíe mi control. Mi tranquilidad, yo, solo yo. Hace tiempo levante una muralla, y dentro vivo en mi torre del homenaje. Fuera, lo de fuera, extramuros, es ajeno a mi. No me dejo afectar, lo tengo prohibido.

Mi abuelo, fue mi abuelo quién me convenció en encerrar mis debilidades, lo que me asustaba y me convertía en un niño miedoso, en esa caja. En mi caja de Pandora.

Recuerdo lo que guardé. Las mofas de mis compañeros, se cegaban conmigo con sus bromas y humillaciones. El desprecio de los profesores, esa falta de comprensión hacia el niño tartaja, que les hacia perder la paciencia. La crueldad de mi familia por su ausencia, que no entendían que aunque no hablará, ni diera ningún motivo para llamar su atención estaba allí, moviendo los brazos, gritando en el silencio, para que me abrazaran, que no era esa cosa a la que se le daba de comer para engordar.

Tengo en mis manos la caja, y me tienta abrirla. Saldrá lo que tenga que salir, aunque sin abrirla ya han salido. Solo, por el hecho, de volverla a ver, he rememorado todo lo que significa. La voy a abrir.

La voy a abrir porque cuando mi abuelo la cerró dejo dentro la espanza.

martes, 6 de octubre de 2009

Hoy tengo ganicas...

...para terminar, dos pedazos de videos.







Si podeis, escuchad las canciones.

A veces quería ser una hormiga astronauta...




Entre la linea del bien y el mal estamos tú y yo
su quieres tú no quiero yo
si quiero yo, ahora tu no
Contigo odio las formas es tan bonito el contenido
debe ser amor aceptar que nunca estarás conmigo
que siempre serás tú mi consentido
y así siempre será,
y así siempre será...
Aunque no sea yo quien despierte contigo
aunque no sea yo quien cuide de ti
aunque no sea yo quien abraces cuando estás dormido
aunque no sea yo quien te haga feliz
Entre mis manos, mi voz, mi paz yo me quedo contigo
por encima del amor duerme lo que tú y yo sentimos
nuestros deseos viajan en un tren de largo recorrido
y aunque la estación, un beso de los que nunca nos dimos
como el sol de la mañana...
Aunque no sea yo quien despierte contigo
aunque no sea yo quien cuide de ti
aunque no sea yo quien abraces cuando estás dormido
aunque no sea yo quien te haga feliz
Aunque si sea yo quien se muere de celos
cuando me hablas de sueños y no piensas en mi
Aunque si sea yo donde buscas consuelo
con quien lloras tus penas pero nunca es por mi




...y cuando estuviera flotando en el silencio del cielo, la tierra a mi espalda, y la luna en mi mirada, escuchar una canción como esta.

SE BUSCA



Busco a alguién, que pueda amar. No me importa que no sea correspondido, estoy acostumbrado.


LOVE IS REAL
REAL IS LOVE,
LOVE IS FEELING,
FEELING LOVE,
LOVE IS WAITING
TO BE LOVE.

LOVE IS TOUCH
TOUCH IS LOVE,
LOVE IS REACHING
REACHING LOVE,
LOVE IS ASKING
TO BE LOVE.


LOVE IS YOU,
YOU AND ME,
LOVE IS KNOWING
WE CAN BE.

LOVE IS FREE,
FREE IS LOVE,
LOVE IS LIVING,
LIVING LOVE,
LOVE IS NEEDING,
TO BE LOVE.


EL AMOR ES REALIDAD
SI ES REAL, ES AMOR
EL AMOR ES SENTIR
SENTIR AMOR,
EL AMOR ES ESPERAR
SER AMADO.

EL AMOR ES TOCAR,
TOCAR ES AMAR,
EL AMOR ES ALCANZAR
ALCANZAR EL AMOR,
EL AMOR ES PEDIR
SER AMADO.


EL AMOR ERES TÚ,
TÚ Y YO,
EL AMOR ES SABER
QUE PODEMOS SER AMADOS.

EL AMOR ES LIBRE,
LA LIBERTAD ES AMOR
EL AMOR ES VIVIR,
VIVIR EL AMOR,
ES AMOR ES NECESITAR
SER AMADO.

Metamorfosis completa.

Metamorfeando.

Metamorfeando. Lo juro.
Justicado, el texto de mi vida. A la izquierda, a la derecha. A ambos lados.
Un parrafo cortado, pegado, copiado.
¿Dónde lo meto?
¡¿Dónde lo meto?!
¡Hagan sitio señores, es mi vida!. ¿Lo justifico todo?

Yo suponía que existía la libertad.
Tanta diplomacia nos censura.
Tranquilos, ya me acomodo en este mundo light, dónde las verdades no tienen que doler. Un poquito más de anestesía.
Llamo a la libertad.A que la pueda escribir en una pancarta, y pueda pasear con ella, por la calle sin miedo a que nadie la quiera leer, simplemente por el capricho, de ser porteador de cartelón de esa única palabra, Libertad.

Mi pensamiento es nómada, izquierda, derecha, a ambos la lados. Mi vida también.
Dejen a la lluvia caer, como a la melancolia hacer su trabajo.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Las intenciones dejan mocos.

Babosas al babor.

Si las babosas cortan demasiado el bacalao, pon sus barbas a remojar.
No sea babuino y pongasé en las nalgas, baca de la tela tejana, no sea que vea el Moncayo, sin necesidad de pasar por Tarazona.
A ver si te chilabas o te babuchas, que hueles a bacalao. Y por el olor de conozco. ¡Te conozco, bacalao!

jueves, 17 de septiembre de 2009

En la torre.

En la torre de Babel, la confusión razona.
Unos están en Babia, tierra lejana para intrépidos Bobalicones. Otros tienen muy mala Baba. Al fondo, en un rincón, los que necesitan Babero para no mancharse de tanto comer. Al frente, los tiernos, la carne de Babilla, los que se romperán la rótula al caer.

En la torre de Babel, se huele a cementerio.
La gripe E, el síndrome R y la fiebre E, campan a sus anchas en pandilla de pandemia. Pronto pisaremos a nuestros muertos.

En el ultimo piso, no esta el más listo, pero si, el que más sabe.

Un día Octubrino estaba sentado en el suelo de la azotea, detrás de las cuclillas de su primo, esperando ver el sol naranja despuntar en el cielo, y a su otro primo agitar los brazos en señal de victoria después de llamar a todos los que vivían en Babel por su nombre. Pero lo que no esperaba es que la mayoría aprendieran hablar ruso.

Los babirusos pusieron cerco a Octubrino en Babel.

martes, 15 de septiembre de 2009

La Desaparición. Tercera parte.

Antonio se acercó poco a poco al número 17 de la calle Río, con una sensación siniestra y trágica. Observó que aunque la calle estaba llena de escombros y arenilla por todas partes, los peldaños de entrada al edificio y el suelo del patio, estaban excesivamente sucios.
Empujó la puerta y se abrió, debía quedarse abierta. Siguió un rastro de pisadas que subían por la escalera. La casa, como la mayoría de las del barrio, se construyó en los años cincuenta, era de poca altura y sin ascensor.
Subió hasta el rellano del tercero. Las huellas morían en la puerta de la izquierda.

-¿Qué vas a hacer? – sorprendió Pedro a Antonio con su pregunta.
- Llamar –y así lo hizo.

La puerta se abrió lentamente, apareció el hombre que antes había observado Antonio. Tenía unos sesenta y pocos años, las manos finas y el pelo cano.

-Buenos días –en su boca una sonrisa, en sus ojos un contexto inoportuno.
-Buenos días –dijo Antonio de manera decidida- me preguntaba que pasa con estas obras, que nos están volviendo locos.
- Si –al hombre le pareció absurdo su comentario.
- Son una molestia, no se puede pasar de un lado a otro de la calle, hay que dar rodeos para llegar a los sitios, los coches se acumulan al estar cortadas las calles, los ruidos de las obras, la suciedad que entra en las casas –y miró que en la alfombra de la entrada de la casa existían diversas pisadas.

Antonio había reparado mientras subía que ni él, ni Pedro, habían manchado tanto los escalones.

- Si, por lo menos por la noche nos dejan descansar –intervino el hombre bajo el marco de la puerta.
- Si, por la noche las calles están tranquilas y vacías –Antonio percibió la contrariedad del hombre- ¿Se ha enterado de lo del chico que ha desaparecido?

El azar, la ruleta, una bola que gira y da saltos, Pedro gritó, ¡treinta y seis rojo!, la suerte esta echada, la bola se acerca al treinta y seis rojo.

Todo ocurrió a la vez.

Dentro de la casa, se oyó un ruido, algo parecía que se había caído. En el rostro del hombre que había abierto la puerta se desencajó. Sin avisar, Pedro entró corriendo en la casa.

-¿Vive solo? –Antonio creía que era así.
-A usted que le importa –el hombre se había recuperado pese a que el nerviosismo le invadía.

Pedro desde el fondo del pasillo, aseveraba con la cabeza, había alguien allí dentro.

-¿Quién hay ahí dentro? -Alzó la voz Antonio.

De un empujón apartó al hombre, y entró atravesando el pasillo. Antonio esperaba encontrarse con algo sorprendente. Pedro continuaba mirando hacia el interior de la habitación que parecía el salón. A Antonio, le volvió la sensación mezcla de abominación y tragedia. Su corazón se aceleró. Percibía el final del drama.

-¿Que ocurre? –otro hombre anciano, plegado por los años, también de unos sesenta años, se puso en alerta

-No lo sé muy bien aún, pero lo que yo le diga, ¡eh! –Aguardó unos segundos para recuperarse de la turbación- ustedes saben lo que le ha pasado a Miguel.

-Este hombre esta mal de la cabeza, en el barrio lo conocen por un pirado que habla solo –habló el primer hombre que había llegado a la habitación detrás de Antonio- Ande váyase y déjenos tranquilos.
- De aquí no nos vamos –soltó Pedro- estoy viendo a Miguel. Esta ahí delante de ti, Antonio, y me esta diciendo que éste –Pedro estaba señalando al segundo hombre- le ha matado.

Hasta ese momento, Antonio no había sentido miedo. Ando hasta la entrada de la habitación, como si se fuera a ir, pero en realidad estaba buscando una vía de escape.

- Lo sé todo –se la jugó- La bici la han encontrado en un contenedor, y por la suciedad que hay aquí y por toda la escalera, Miguel esta enterrado en alguna zanja no muy lejos de aquí, ¿para que arriesgarse a ser descubiertos llevando el cadáver por ahí aunque por la noche no haya nadie?

Hay silencios que son los preámbulos de la confesión.

- Yo no fui, se lo juro. Cuéntale Julio, cuéntale que fue un accidente –el primer hombre quería desahogarse.
- No nos van a creer.
- Me hizo chantaje. Julio, es un antiguo amigo que ha salido de la cárcel, vino ayer por sorpresa para reclamarme un asunto de hace años.
- Hijo de puta, por tu culpa me metieron en la cárcel. Traidor. –giro la cabeza y se dirigió a Antonio- Y cuando me enteré dónde vivía, me vine a por él, y a por el dinero que se quedó de nuestros negocios –volvió sobre ex compañero- que bien has vivido, con nuestro dinero y con el pasado olvidado.
- Estábamos discutiendo, cuando se presento Miguel sin previo aviso -continuó el primer hombre- Yo le apreciaba, alguna vez habíamos jugado a la petanca y le dije que un día le enseñaría mi colección de zapatos. Yo coleccionó todos los zapatos que he llevado en mi vida, desde chico. No sé por qué le deje pasar. Seguramente por qué pensaba que Julio se relajaría. Pero por desgracia unos minutos más tarde, Julio y yo volvimos a la discusión. En ella Julio me agarró, nos zarandeamos, yo me deshice de él y salió rebotado, llegando a Miguel, y le empujó. Cayó sobre el canto de la mesa, el trompazo fue tremendo, y se desnuco. Entonces, fue cuando me chantajeo. Me dijo que si no le ayudaba a ocultar el cuerpo, les diría a todos que había sido culpa mía, y que se enteraría la gente que había sido un delincuente, y mi vida tranquila se terminaría.
- Yo no quiero volver a la cárcel –grito Julio.

El ex presidiario sacó una pistola de su pantalón, Antonio salió corriendo, sin mirar atrás. Sabía que Pedro no corría ningún peligro. Sintió cerca de su oreja el impacto de una bala sobre la pared. Cuando ya llegaba a la escalera, los dos hombres en el interior de la casa chillaban. Escuchó tres percusiones más.

Horas más tarde el policía alto y flaco, habló con Antonio. Le confirmó lo que ya sabía. Miguel había aparecido muerto en la zanja más cercana a la casa de Juan José. Este había fallecido de un tiró en el pecho, de la pistola de Julio Robles, en el forcejeo posterior a la huida de Antonio. Y aquel se había suicidado, disparándose con el cañón de la pistola en la boca.

- Nunca te imaginas que una desaparición va a terminar de una manera tan trágica –comentó Patricio.
- Si no eres un fatalista, se puede poseer el instinto sano, de que todo va a salir bien – se mostró filosófico Antonio.
- Aunque, a veces, como se dice, piensa mal y acertaras.

Ambos se miraron a los ojos.

- Claro, aunque se puede pensar mal de tantas maneras –concluyó Antonio.

Pedro se encontraba a su lado, le sonrió y le convidó para que le acompañara. Antonio se despidió de Patricio.

Antonio y Pedro se dirigieron a su casa, con cuatro kilos de naranjas, 100 gramos de jamón y queso. Y de una de las manos de Antonio salían espirales de humo.

- ¿No huele a tabaco?

lunes, 14 de septiembre de 2009

La Desaparición. Segunda parte.

Antonio permaneció cerca de los coches policiales esperando que algo ocurriera. Mientas intentó comenzar conversación con Joaquín Marquina y Braulio Minguez, los dos escaparon con excusas, pese a que Antonio, les cogía del brazo.

Como un hámster en una jaula subió y bajó la acera destrozada por las obras. Inaceptablemente para Antonio, nadie salía del portal dónde vivía la familia de Miguel. Un hombre de mediana edad, alto y flaco vestido de policía salió por fin. Detrás de él, venían tres policías más.
El hombre alto y flaco, que parecía el de mayor graduación, nada más salir se buscó algo en los bolsillos. Un leve gesto de satisfacción indicó que había encontrado lo que buscaba. Sacó un cigarrillo de una cajetilla, y ofreció tabaco a sus compañeros. La llama de un mechero se acercó a su cara.

- Caballero, ¿fuego? – Antonio mostraba una sonrisa hasta cierto punto maléfica.
- Gracias –respondió el policía alto y flaco.

Pasaron uno a uno, el resto de policías, por la llama de Antonio, se comenzó a respirar un aire de camarería. A Antonio le vino el recuerdo de cuando estuvo en el desierto, en sus noches frías, cuando se reunía con sus compañeros de tropa alrededor de una hoguera para calentarse y liar tabaco.

- Que jóvenes son ustedes, y además policías, así uniformados, me viene a la memoria mi época de soldado en el Sidi Ifni.
- ¿En guerra del 58?
- De octubre a abril, en las tierras africanas españolas.
- Me entusiasman las guerras africanas. Mi abuelo me contaba historias de cuando estuvo en Marruecos.
- Nada comparable al Sidi Ifni, nosotros estuvimos en el Vietnam español, mucha gente volvió muy tocada, lo que yo te diga, ¡eh!

Por un momento se hizo de noche, imágenes de guerra asaltaron su razón, Pedro se encuentra a su lado, de pronto ráfagas de metralleta, las balas se acercan, Antonio se tira sobre Pedro, caen heridos.

Los cuatro afirmaron con la cabeza.

- Pobres –acertó en su reflexión el policía de menor estatura, y otra vez, todos asintieron con la cabeza y el cuerpo.

En ese instante Pedro apareció mirando a Antonio parecía que coincidía pero lo que le indicaba con la mirada era que era el momento de preguntar.

- ¿Algo sobre el chico? –Antonio se decidió.
- Pues, no sabemos mucho aún, salio de la tienda ayer a eso de las siete con la bici, la han encontrado tirada en un contenedor de la obra bajo unos plásticos por lo tanto con la bici no ha podido ir muy lejos.
- Que haya aparecido de esa manera, no es un buen síntoma –especuló Antonio.
- No, la verdad –coincidió el policía algo y flaco- tenemos que hablar con su entrono, amigos, vecinos, aunque aun es pronto, solo han pasado unas horas, ya sabe como son los jóvenes, tal vez tenga algún motivo para esconderse.
- Las malas notas, algún amorío, que se haya enfado con sus padres.
- Tiene trece años, no creo que sea un Romeo para que exista una Julieta. Sus padres, me han hablado muy bien de él, en los estudios, en su comportamiento,…, no sé.
- No te fíes, lo que yo te diga, ¡eh!
- No descartaremos ninguna posibilidad –sonriendo comenzó a desplazarse, flaco y alto- vamos –y con un toque en el hombro de Antonio se despidió el teniente Patricio.

Llevaba los dedos de las manos medio estrangulados. Las asas de las bolsas con sus cuatro kilos de naranjas, el jamón y el queso, habían conseguido que los dedos se amorcillaran.

- Si pudiera te ayudaría – le dijo Pedro.
- Lo sé.

Saltando por entre las obras se encontraron a un grupo de personas que se arremolinaban, hablan alto y gesticulaban en exceso.

- Algo ha pasado –Pedro interpretó.

Al parecer un obrero había caído de una pequeña altura con tan mala fortuna, que se había debido de romper una pierna. Se retorcía de dolor. Entre dos compañeros lo subieron a un carretillo para sacarlo del campo de batalla en el que se había convertido la calle, para llevarlo a la mutua.

-Yo solo no podría levantar a ese hombre.

A Antonio le sorprendió el comentario.

Le conocía, e incluso había hablado con él un par de veces, no recordaba si habían intercambiado los nombres. Le siguió con la mirada y le vio entrar en un portal diez metros más allá.

domingo, 13 de septiembre de 2009

La desaparición. Primera parte.

Eran las diez de la mañana de un lunes. La señora María acababa de hablar con su portera, “La Controler”. Aunque las calles estuvieran levantadas por las obras de mejora de las aceras y tuberías, pronto llegaría al mercadillo del barrio. No le importaba tener que arrastrar más de la cuenta su pierna izquierda, anquilosada por la artrosis. Su único propósito era contar allí, lo que había ocurrido esa noche.

El primer puesto con el que se iba a encontrar sería la panadería, allí descubrió la insufrible Beatriz, y sus cadenas de oro. No era su mejor elección, pero estaba apunto de estallar, no se podía demorar más, debía revelar lo que conocía.

- Buenos días, Beatriz –atropelladamente le saludó.
- Buenos María, que apuro traes –le miró puntiaguda.
- Calla, calla, que no sabes de lo que me he enterado.
- Cuenta –girando su cabeza y agitando la mano dijo tras un bufido- huele terriblemente a tabaco.
- El chico de la María Jesús, la de la papelería, que ha desaparecido.
- ¡Qué me dices!
- Se fue a las siete de la tarde de casa ayer, y ya no volvió a dormir.
- ¿Y que más? –y sin esperar le volvió a exigir- Detalles María, detalles.

Como una plaga de cucarachas corrió la noticia por el mercado. Las desdichas humanas hacen correr ríos de saliva.

Al lado del cristal que protege los comestibles de la charcutería, un hombre de unos setenta años, ancho de pecho y poco pelo, escuchaba inquietamente los murmullos, como si corriera el dial de una radio a lo largo de todas las frecuencias, recibía la noticia a trompicones. Sus ojos sin extrañeza miraron de reojo a una silueta que se le aproximaba.

- ¿Has fumado? –le preguntó a lo que ya era una forma.
- ¿Por?
- Huele a tabaco.
- Ya sabes que no puedo fumar.
- ¿Estas escuchando?- preguntó Antonio, a su amigo Pedro.
- Ha pasado algo ¿verdad?
- Miguel, el hijo de la María Jesús, falta de casa desde ayer.
- ¿Qué ha podido pasar? – preguntó Pedro.
- ¿Tengo que responder?-se hizo el indiferente un leve instante de tiempo- se pueden imaginar tantas conjeturas, pero no tengo ninguna base para decidirme por alguna.
- No te hagas de rogar –mirando a lo expuesto tras la cristalera- tiene mejor pinta el jamón donde Ramón.
- Que tontería ¿verdad? –mientras reía aparatosamente- no la del jamón, si no lo de no querer suponer. No te voy a hacer caso, no tienes ni idea de elegir jamón, ¿cuantas veces hemos comido jamón salado por tu culpa? –y con las manos hace el gesto de muchas- lo que yo diga, ¡eh!

Una señora que se encontraba próxima a ellos preguntó.

- ¿Habla conmigo?
- No señora, con usted no- adornó la respuesta con una sonrisa bobalicona- no se preocupe, yo hablo solo, mucha gente habla sola.

La mujer, algo enojada, se apartó y musitó “viejo chocho”.

- Ya sabes que no me ve la gente –le recordó Pedro.
- Es obvio que hablo contigo, o sea, con nadie. Si estas aquí no puedo dejar de hablarte, si eres invisible para los demás no es mi culpa, ya lo hemos hablado muchas veces.

Antonio Muñoz y su amigo Pedro Guardia, salieron del mercado tras la compra de cuatro kilos de naranjas, cien gramos de jamón de cerda y cincuenta de mortadela.

- Pedro, vamos a casa por aquí –Antonio le indicó con la cabeza su izquierda- cuidado no te caigas, así pasamos por delante de la tienda de María Jesús.
- ¿Estará abierta?
- No creo, lo que yo te diga ¡eh!.
- ¿Entonces? – Pedro le reprochó.
- Entonces nada –le miró a los ojos con comprensión- ¿o es que tienes una cosa mejor que hacer?

Antonio amaba los comercios pequeños, los de barrio de toda la vida. Él había poseído una ferretería, en el centro de la ciudad. Sabía que con la proliferación de las grandes superficies, no era un buen momento para ellos.

La papelería se encontraba cerrada, y al parecer no había nadie dentro. Antonio, se cercioró arrimándose a la cristalera y colocando sus manos encima de sus ojos para que el reflejo de la luz del exterior no deslumbrara su mirada.
Sintió la grandeza de su predicción.

- No hay nadie, Pedro, lo que yo te decía, ¡eh!

Se volvió y no vio a Pedro, pero por la otra acera transitaba esquivo Gerardo, le llamó en un grito.

- Hombre, Gerardo, ¿qué tal estas? ¿y tus gatos?
- Bien Antonio, bien, ya te dije que ya no tengo gatos –el cansancio se expresó en su rostro.
- Lo de los gatos se lo preguntas todos lo días – Pedro apareció para recordárselo a Antonio.
- Ah, si claro que se te murió Alfonsín, tu último gato, el que más querías, y te pones triste cuando te hablo de él, es verdad. Bueno hombre –Antonio puso su mano derecha sobre el hombro contrapuesto de Gerardo.
- ¡Antonio! – le reprendió Pedro.

Con los ojos desorientados, Antonio percibió su metedura de pata. Alargó el silencio todo que pudo. En ese momento el suelo se abrió y una mujer con forma de monstruo deforme le quiso atrapar para llevárselo a las profundidades del infierno y castigarle. Lo ataría a un potro de tortura, le estiraría los miembros casi hasta que se descoyuntaran, después le daría cientos de latigazos y sobre las heridas vertería vinagre.
Se aclaró la vista y la brecha que se había abierto ya no existía.

- Me ves aquí, comprobando que la tienda de María Jesús esta cerrada –Antonio se había recuperado de su fantasía- ¿te has enterado verdad?
- Si, ahora vengo de su casa, hay dos coches de policía en su calle, ¿no sé ni como han podido llegar?
- ¿La policía? Ya. –se mostró extrañado Antonio.
- Si, han encontrado la bici de Miguel, en la calle Margarita.
- Ya se puede pasar por aquí hasta la casa de Maria Jesús.
- Vete por esta acera y luego cruzas la calle a la altura de la tintorería.
- ¿Te vas a comprar algún gato?
- Yo nunca me compro gatos –con la expresión le entregó toda su antipatía.
- Los recoge de la calle o se los regalan, Antonio, por favor, vamonos –Antonio aprobó a Pedro en un acto de fe.
- Nos vamos, Gerardo, tenemos cosas que hacer.
- Si, si, tira – se notó como el cuerpo de Gerardo se liberaba y aligeraba poco a poco el paso alejándose.

Metros más adelante entre zanjas y barandillas. Antonio se dirigió a Pedro.

- No seas tan protector conmigo, joder, tengo setenta y dos años –Antonio se mostraba fastidiado.
- Es que no paras de hacer el ridículo.
- A mi edad me lo tendrían que permitir.
- Pero, es que no te das cuenta que molestas a la gente.
- ¿Cómo? ¿qué quieres decir? Anda déjame solo un rato.
- Como tú quieras.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Lo humano de las cosas.

El coche dio un traspiés.
La señal de tráfico grito.
El árbol se llevo las ramas a la copa.
Las flores miraron a otro lado.
Al pájaro le dio un ataque de ansiedad.
Los cristales estallaron en una risa.
El asfalto sintió sobre la piel de su espalda dos leves arañazos.
El airbag respiró.
El airbag respiró.
El airbag dejo de respirar.

lunes, 7 de septiembre de 2009

La monda que nos cubre.

Cielo plomizo.
Pesa al mirarlo.
Farolas encendidas, una, dos, tres... tal vez infinitas.
Cielo de humo gris cancerígeno.

Hoy no existe el cielo.
Su piel lo empaqueta en pelo de rata
Farolas encendidas, una, dos, tres... tal vez infinitas.
Cielo, sol, quizás mañana.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Ya esta



Es la bola de cristal.

martes, 1 de septiembre de 2009

Un dia en las carreras.

Su cabeza envuelta en la multitud. El ruido se vuelve ensordecedor. Los formula uno truenan al pasar por delante de la grada.

Su mirada rebasa el horizonte, allá, más allá, una polvareda se levanta. Un coche a toda velocidad cruza el desierto.

A su muñeca se enrosca un reloj. En medio de la marabunta de sonidos. El cree escuchar el tic-tac de su reloj digital.


Una mujer se abre, a empujones, paso en la multitud.
Sus ojos se cruzan con espanto. Una por lo que tiene que decir y el otro por lo que va a escuchar.

-....
-.....
-........

(ruido atronador)

Él saca una pistola de la cartuchera que porta cerca de la axila.

Dos retrocesos de la mano, dos disparos sordos, apagados por el ruido potente de los motores.

Ella cae como en un desmayo.

Algunos espectadores dejaron de ver la pista. Como una ola el publico se levanto de sus asientos para ver lo que ha ocurrido.

Mientras un hombre huye del lugar, con su tic-tac de su reloj digital.

Mal dia de carreras.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Me quede con tu voz.

Entró por la puerta dejando sobre la mesa del recibidor las llaves de casa. Pasó por el pasillo de manera automática hasta el dormitorio, una estancia grande, dónde el espejo del armario empotrado aumentaba la sensación amplitud. La luz de la tarde que entraba por el ventanal del balcón iluminaba tenuemente una cama a medio a hacer, dos sillones con una mesita camilla y la cómoda de nogal que le regalaron por su boda.
Sustituyo la falda y la blusa que llevaba desde la mañana por una camiseta de talla L de su marido. Su tamaño era suficiente para que sobre su cuerpo pareciera un vestido.
Pensó que antes de cenar era un buen momento para llamar a Vicente. Ya había hablado con él por la mañana nada más llegar a la empresa, pero le apetecía volver a escuchar su voz y contarle como se había desarrollado el día.
Se sentó en el salón en un sillón, pulsó la tecla que memorizaba el número y espero.

- Buenas tardes amor.
- ¿Que tal estas cariño?
- Bien, esperando que llamaras.
- Te tengo que contar un cotilleo.
- Cuéntame –y Vicente rió y escuchó.

Realmente lo que le narró Soledad no era nada del otro mundo, simplemente, un escarceo entre dos compañeras de trabajo acerca de las envidias por ser una más simpática que otra con el jefe.

- Están perdiendo el culo y los demás nos reímos de ellas.
- Que bueno –y Vicente rió.
- Como me gusta que te rías, como me gusta que estés ahí.
- Yo estaré aquí siempre que te haga falta.

Siempre le daba apuro cuando llegaba este momento, el silencio en Soledad era el preámbulo de que tenía ganas de sexo oral.

- Vicente, dime que me quieres.
- Te quiero mi amor.
- Pienso a todas horas en ti.
- Yo también, Soledad.
- Voy a cerrar lo ojos y quiero que me beses por todo el cuerpo, sentir que estas aquí, rozar con la yemas de mis dedos tu cara.
- Que bien hueles.
- Aún no me he duchado.
- Será por eso.

Soledad es clienta de un servicio telefónico dónde un teleoperador reproduce por medio de un ordenador la voz de su marido y lo que él teclea al momento.
Su marido falleció hace seis meses.
Lleva tres meses usando el servicio, desde entonces se siente mejor.

Rafael es el teleoperador que le atiende habitualmente, su trabajo se ha convertido en algo enfermizo desde que presto sus servicios por primera vez a Soledad, dobla turnos, no se toma días de vacaciones, simplemente por estar disponible para cuando ella llame.

lunes, 24 de agosto de 2009

El cenizo se hizo carne picada.

Existen una alta probabilidad que lo que estas pensando en este momento ya lo haya pensado alguien antes.
Lo siento, casi todo ya fue inventado, dicho y creado. Solo nos queda experimentarlo, reproducirlo y consumirlo.

La mayoría somos pequeños. Mi condición es enana. No me sobrevalores, ni me tengas pena, yo me quedo en el mar sereno de los idiotas.

jueves, 20 de agosto de 2009

La noche más triste.

Rota la columna de humo.
Por tu boca torcida fluye viento.
Las maldiciones erizan las piedras.
Las flechas hieren al fuego.

Un dia como este

miércoles, 19 de agosto de 2009

Para ti paloma



Hace un momento, lento, lento, por el agujero que caía, vi volar una paloma que de aquí salía.

Yo ya había decidido, que tambaleandome, iba a besar el suelo, el suelo del agujero por donde ya caía.

Y justo en ese momento de hace un momento, lento, lento, conocía a una linda paloma que al cielo se dirigía.

Ya era tarde, yo miraba el maravilloso bailar de mi paloma, el revoloteo de sus flecos, mientras conocía la profundidad del agujero por donde ya caía.

domingo, 16 de agosto de 2009

De los hombres dispuestos a correr maratones

El que esta a tu lado, es tu hermano -gritaban los hippies.
Se nos dijo que eramos libres.
Vivimos en un mundo que es como una caja de música, se le puede dar cuerda con esa llave que esta en su culo.
Pasan los soles, pasan las lunas...
y no concebimos otra manera de coexistir que la tiranía de la libertad.


domingo, 9 de agosto de 2009

Palabras, palabras, palabras

Espacio, despacio.
Andando, mirando.
Arriba, abajo.
Al oeste un oceano.
Al este tus pasos.

Te sigo buscando.


miércoles, 29 de julio de 2009

De regalo un video

Suena siempre igual. Suele pasar con los grupos, que parecen todas las canciones iguales. Pero hay que escuchar las letras, mas que las melodías, aunque en una canción es lo que cuenta, para eso que se hagan poetas.



El video merece la pena.

MAGA de alta GAMA

Maga toma el nombre de unos de los personajes de Rayuela, esa laberíntica odisea parisina que protagonizaba uno de los grandes mitos femeninos de la literatura contemporánea, madre de Rocamadour y amante de Oliveira. Un clásico de la adolescencia el que eligieron David García (batería), Javier Vega (bajista) y Miguel Rivera (vocalista, guitarrista, teclista y responsable de la imagen del grupo a través de su personal Mundomaga).

domingo, 28 de junio de 2009

Alicia en el país de los suicidas.



Al otro lado del blogespejo sigue la historia.

jueves, 18 de junio de 2009

Protoplasma, en el fondo, en el fondo... me meo.

Regina Orozco. Grande.

lunes, 8 de junio de 2009

Ahora le toca a RAPHAEL



Anuncio de TRina,con la musica de "Yo soy aquel", canción con la que RAPHAEL, el Sinatra español, represento a la España de los sesenta en Eurovisión (1966).


Que leches, no la iba a poner, pero aquí su actuación.

LOs niÑos MutTanteS



Video y versión de un temazo.

Que actuación!!!!!



A mí, me ha acojonado, el final sublime.

El TATO cursi.



Parodia de canción norteña en la pelicula Rudo y Cursi.

martes, 2 de junio de 2009

Boris Vian y su radioactividad antimilitar antinuclear



Erase una isla con una seta enorme...

Señor Boris Vian... no era un desertor





Monsieur le Président
Je vous fais une lettre
Que vous lirez peut-être
Si vous avez le temps
Je viens de recevoir
Mes papiers militaires
Pour partir à la guerre
Avant mercredi soir
Monsieur le Président
Je ne veux pas la faire
Je ne suis pas sur terre
Pour tuer des pauvres gens
C'est pas pour vous fâcher
Il faut que je vous dise
Ma décision est prise
Je m'en vais déserter

Depuis que je suis né
J'ai vu mourir mon père
J'ai vu partir mes frères
Et pleurer mes enfants
Ma mère a tant souffert
Elle est dedans sa tombe
Et se moque des bombes
Et se moque des vers
Quand j'étais prisonnier
On m'a volé ma femme
On m'a volé mon âme
Et tout mon cher passé
Demain de bon matin
Je fermerai ma porte
Au nez des années mortes
J'irai sur les chemins

Je mendierai ma vie
Sur les routes de France
De Bretagne en Provence
Et je dirai aux gens:
Refusez d'obéir
Refusez de la faire
N'allez pas à la guerre
Refusez de partir
S'il faut donner son sang
Allez donner le vôtre
Vous êtes bon apôtre
Monsieur le Président
Si vous me poursuivez
Prévenez vos gendarmes
Que je n'aurai pas d'armes
Et qu'ils pourront tirer

Conociendo a Boris Vian

domingo, 31 de mayo de 2009

De que me vale

miércoles, 27 de mayo de 2009

Autobiografía.

No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.
Eso, para empezar.

Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.
¿Dónde está Tanganika?¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.
Eso, para seguir.

¿Le parece a Ud. correcto que un ingeniero haga versos?
La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.
Si sigues con esa chica te cerraremos las puertas.
Eso, para vivir.

No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto.
No bebas. No fumes. No tosas. No respires.
¡Ay sí, no respires! Dar el no a todos lo “no”.
y descansar: Morir.


Gabriel Celaya.

sábado, 23 de mayo de 2009

Reciclado



Robot reciclado
Amigos reciclados
Flores recicladas
Amor reciclado
No puedes conseguir todo lo que te propongas, pero hay que intentarlo.
Reciclate, girate, mareate.

jueves, 21 de mayo de 2009

Mi hermana pequeña

miércoles, 20 de mayo de 2009

La cometa blanca

martes, 19 de mayo de 2009

Un cristo clavado a una pared


jueves, 16 de abril de 2009

Al natural mi imaginario

miércoles, 15 de abril de 2009

Soy un cientifico loco

TE lo doy yo
o me lo das tu.

TE lo doy yo
o me lo das tu.

El beso que nos merecemos.

TE lo doy yo
o me lo das tu.

El beso que nos merecemos.

¿Dónde estas?
¿Dónde estoy?

Y este
es el momento,
para cuando
uno aparece,
y te recomienda
refugiarte en el arte,
en el arte marcial...

del Kung-Fu
del judu
del karate kind
del tai-chi
del aikido

un guejido
y ya te has ido

miércoles, 1 de abril de 2009

Los viajes de Muelliver

Oigo los muelles de una cama.

A veces soy tan pequeño, que me veo viajando en una nave de gota, llegando a la superficie de tu piel recién conquistada. Desciendo la escalinata y al dar un paso, me pierdo en la inmensidad de uno de tus poros.

Oigo los muelles de una cama.

Otras, en cambio, soy tan grande, tan fuerte, que sería capaz de dejarte, de olvidarte, de repetirte todo, todo lo que le dicho a tu doble que vive conmigo. Si, tienes una doble, y la amo.

Oigo muelles de una cama.

martes, 10 de marzo de 2009

De lobo de muy señor mío.

La misma luna, cara de niña con pelo a lo Ciudad de Carlos, Charlestown.

No ha cambiado nada, la misma mirada, la misma postura, desde el día que me propuse llegar a ella. Aquella noche, por más que corrí, no la pude alcanzar. Era, es, como una ilusión óptica.
Corría y lloraba, porque mi padre me había pegado con el cinturón. No por el dolor de los correazos si no por sentirme culpable de darle un motivo para que pudiera hacerlo. Me avergoncé y decidí esconderme en su superficie. Ocultarme tras alguna de esas rocas amarillas, Yellowstone.

Pero nunca llegue a sentir la ingravidez lunar.

miércoles, 4 de marzo de 2009

La muñeca de los ojos verdes


Guapa o fea
Feliz o triste
Fría o calurosa
Abierta o cerrada
Lluviosa o soleada
Hielo o vapor
Olvidada o recordada
Elefante u hormiga
Mocosa o limpia
Valiente o miedosa
Verdes o amarillos

Elija su muñeca a la carta…, ¡y a sus complementos!.

También disponemos de versión de chico. El muñeco engafado.

¿Sin amores que harian los mayores?

Por 25 pesetas. Si el amor no existiera, ¿que negocios quebrarian?. Como por ejemplo: Los psicologos. Un, dos, tres responda, otra vez.

No a los sucedaneos.


El consumo responsable de amor, produce alucinaciones.

lunes, 2 de marzo de 2009

Recolectando palabras


Convicciones. Traiciones. Huida. Respeto. Paso. Independencia. Pasado. Olvido. Necesidad. Firmeza. Profundo. Tolerancia. Ley. Desprecio. Ternura. Olvido. Falto. Justicia. Vergüenza. Pasado. Entereza. Ayuda. Profundo. Huella. Desprecio. Amor. Olvido. Piedra y arena.

La vida esta llena de palabras. Esta serie pertenece a una. Labrada a piedra y olvidada sobre la arena.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Es inevitable...

Traicionar a tu conciencia.
Olvidarte que te tienes que ir.
Alejarte de lo prohibido.
Entrar en la clinica de intoxicación.
Desengancharte de mi mismo.
Desconfiar de tu enemigo.
Desdoblar tu destino.
Apagar la sesión.
Decir adios.

¿Y esos?... sms(eSa Mierda eS)

Los ricos, son unos enfermos, no porque sean unos ninfómanos del dinero, sino porque es lo único que les pone.

lunes, 16 de febrero de 2009

No creo en ese Dios.

Mi libertad, como animal racional, me provoca duda. Me hace elegir, y mi conciencia, la que nos ha llegado tras la evolución, me hace sentirme culpable, si me equivoco.

A parte de la libertad, existe también en mi ser, la necesidad. Que es aquello que no podemos elegir, nos viene impuesto por nuestra naturaleza de animal, nos limita, como el comer, el beber, el dormir… son tareas obligatorias para nuestra supervivencia.

Somos seres que hemos evolucionado, nos hemos ido mutando, y nosotros fruto de una selección, ¿por qué no nos matamos entre nosotros sistemáticamente?, ¿por qué queremos vivir en sociedad?, ¿por qué tenemos miedo?,... las respuestas estan codificadas en nuestro ADN. Seguro que ha habido muchas mutaciones a lo largo de la historia natural, pero la llegó, a merecer sobrevivir, fue esta versión. Podría haber sido más humanitaria, dónde el egoismo, la ira, la envidia,... no existieran, pero entonces seríamos otros.


El Dios verdadero es la conciencia, esa con la que hablamos de vez en cuando.

jueves, 12 de febrero de 2009

Que poco vale la vida, según en que patio vivas

Manolo Santana Hernández, afilador de cuchillos de dilatada experiencia., acudió al Mercadillo de las Delicias como todos los quince de cada mes, para dar vuelta a los puestos dónde sus servicios eran bien recibidos.
Aparte de ganarse el sueldo, su presencia en el entramado de pasillos con vistas a los tenderetes, se extendía al encuentro con su deseada señorita Luisa, la pescatera que exponía las lubinas más frescas del mercado.
Entró por la puerta oeste, y el silbido de su cánula anunció su llegada, no hizo falta gritar “el afilador”, todos conocían la sintonía de la procesión. Carnicería Esteban, dos cuchillos y una maza, a su bolsa de cuero, para su afilado posterior, sobre la acera en la esmeril de la bicicleta, Verdulería la Mimosa, las tijeras del Señor Ricardo, Carnicería Chema, nada, todo afilado, el rácano, últimamente ratoneaba, y alargaba los afilados, Pescadería la Mar Azul, un estilete, un cuchillo para quitar agallas y la navaja de afeitar del marido de Lourdes, mujer entrada en carnes que a Manolo tampoco le hubiera importado arrimarse a ella en la cámara frigorífica.
Trasladaba un posible contacto sexual con ella, a la zona de los almacenes, ya que fantaseando con su Luisa, se le apareció ella también, una cosa llevó a la otra, y en medio del sueño, se olvido de Luisa, y terminó con Lourdes. Aunque se sentía culpable y se prometió que se volvería a repetir, recordaba con sumo placer aquella Manuela.
Luisa no conocía sus sentimientos, pero para él, era su chica.

Por ultimo, la parada y fonda en el rincón de la bella Luisa.

Ella no se encontraba al otro lado del mostrador. Su ausencia, le provocó una repentina malagana.

- ¿Dónde esta Luisa?,-preguntó a las mujeres que pacientemente esperaban a la peluquera de escamas.
- Se ha ido al baño.
- La ultima por favor –pregunto la mujer que se unía al grupo de compradoras que miraban el género

Conocía el camino al baño, se encontraban al lado de las cámaras, medito por un momento en ir a buscarla, su instinto y su malagana, le empujaban, nunca había experimentado esa sensación. Al final fue.

Al volver la esquina, se acercó a la puerta del baño, apoyo su oreja sobre ella, no escuchó nada.

- ¿Luisa?, ¿Luisa? –llamando a la puerta.

No hubo respuesta, en ese instante la puerta de la cámara se abrió.

- Ya va, ya va, ¿Qué ocurre?

Era Luisa que se recogía el pelo y se abrochaba la pechera.

- Hola Manolo, ya es quince –detrás de ella dentro de la cámara se oía la voz de hombre que la reclamaba.

Le vino al recuerdo, una imagen de niño, era un árbol y en su corteza clavado un cuchillo, su padre el lanzador de cuchillos del Circo Roonie, le enseñaba a coger los cuchillos por la afiladísima punta . En la siguiente escena se veía a su padre colgado de una cuerda por el cuello, y él desesperadamente intentado cortarla con uno de los cuchillos de su padre.

Sacó de la bolsa un cuchillo y se lo lanzó, la atravesó por el hombro, volvió a meter la mano, otro cuchillo, al pecho, Luisa gritaba y empezó a desangrarse. Hidalgo, el vinagretas, declaró a la policia que ni siquiera se asomo, se quedó en la cámara.

Manolo se aproximo a Luisa ya en el suelo. Esta vez eligió el arma, la maza. Luisa en el suelo le dijo:

-La ultima por favor.

martes, 10 de febrero de 2009

De trabajo, espantapajaros.


En ocasiones, te siento antes de escucharte
Erizas mi piel al abotonar mis poros
Ondeas la bandera de mi pelo
En exceso, me sacudes el polvo.

Empujas el murmullo de los árboles
Acompañas en su baile, a la campana solitaria
Te diviertes en las crestas de las olas,
de las cebadas, de los trigos, de los centenos

Portas silueta invisible, como un fantasma
Te revelas en tus obras, el humo te delata
Atravieso tu cuerpo y te sesgo
Para alcanzar el punto de, de la nada.

Ahora, aquí, en esta silla
Te oigo gemir, ahí fuera
Quieres entrar y gritas
Por las rendijas silvas.
Mas al final, como el agua,
siempre encuentras el camino,
ya estas aquí, conmigo.

LA REAL ACADEMIA de lo que me da la gana


Hágase el loco
Para no perder la cabeza.
Recuerde a lo demás
Que no merece la pena.
Perder ni un minuto más
En comprender lo que pasa
Debajo de la cabellera.

Auuuuuuuu (a lo indio arapajoe)

Yo veo cosas, ¡que cosas!
Que ustedes no entenderían
Mi realidad es mía.
y Solo mía,
nadie viajará
A costa mía
Por los surcos vinilicos
De mi pelotica

Auuuuuuuuuuuuuuuuu (a lo indio sioux)

Por encima de mi oreja
derecha
El mar de la tranquilidad
hueca
Un poco más allá
La fosa de los pensamientos pasa
¡que pasa!
Donde recibo los cachetes
Las corrientes de los deseos
calientes

Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuu (a lo indio apache)

Debajo del remolino
El oleaje de lo desconocido.
En el arrecife occipital
El placer de las letras capital
Por algún lado
Lo raro raro
peazo nabo
rabo chabacano

Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu ( a lo indio navajo)

Esto es mío, no fío, no fijo.
Esto es mío, no obligo, no distingo
Esto es mío, me miro el ombligo
Esto es mío, me río, me rizo
Esto es mío, yo me lo como, yo me lo guiso
Esto es mío, el placer es mío
Esto es mío, practico el onanismo
Esto es mío, y lo demás me importa un pepino
Esto es mío, no fío, no fijo
Esto es mío, no obligo, no distingo
Esto es mío, no fijo... y no doy esplendor.

lunes, 9 de febrero de 2009

Me late chocolate


Si quieres, no te confieso las veces que pienso en ti, y ni como me puse un contador de besos en la mano, de esos, que se insertan en las páginas web.

Desearía que me escucharas la historia del ojo que me salió en la boca. Allí arriba en el paladar, como en el palco de un teatro. Desde esa posición, puedo ver a través de los dientes, cuando abro la boca, el mundo exterior. Otras veces, cuando tu lengua se acerca al ojo y lo acaricias, me entra la risa.

Se que al final terminaré arando en la tierra surcos con mis dedos, jurando que nunca más, nunca más, me dejaré llevar por la ilusión.

¿Al final? que queda... La melancolía, me la comía. Bahhhh!, viva la muerte. No es eso lo que nos gustaría.

domingo, 8 de febrero de 2009

09/02/09


En un día de sol, pintaré con mi dedo, el perfil de tu sombra sobre la arena de la playa, antes de que las olas, se te lleven mar adentro.

Sin luz no hay sombras.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Once minutos de casualidades


Once minutos, hace once minutos que he conocido a Andrés Miranda, técnico comercial de 43 años, traje marrón y zapatos negros, que me ha dado su mano para presentarse y ofrecerse como consultor para la empresa donde trabajo, yo le he comentado que tendría que dirigirse a la central, que allí le atenderían gustosamente. Su sonrisa lasa y de displicencia, me ha dado la impresión que esta en la fase de abatimiento sin esperanza.

Hace dos veces once minutos me he tomado un cortado, con la única compañía de la máquina de café. Yo le meto dinero, ella me entrega el vaso, y sin palabras me lo bebo.

Hace tres veces once minutos pensé en las casualidades, como por ejemplo los hijos de padres chinos, tienen rasgos chinos, no es increíble, y además, no hay ningún caso que lo contradiga.

Hace cuatro veces once minutos me inventé una canción: “No te cojo por la pechera, por comerte mi cerezas, me has cogido con pereza, y en los labios esta cerveza”

Hace varios once minutos hice algo parecido al amor.

Once minutos de casualidades, mi cerebro de eso vive.

martes, 3 de febrero de 2009

La duración de tu mirada.


Cuando te vea, mirare tus ojos y los escucharé.
Le daré tiempo a tu mirada para que se explique y yo te contestaré con mi curiosidad.
Atenderé a tu mirada. Rica y sabía. Insólita y peregrina.
Su voz, a veces pecadora, otra delicada, pero siempre bella; al menos infrecuente, una cosa rara, a mí, me ronronea al oír su cuchicheo.

En un libro de viajes.


El naufrago de tu piel soy yo. Caí del barco que me llevaba a tu concha, en busca del abrigo de tu entrepierna, calida como la canaleta de Cadiz.
Apunto de perecer, tras luchar contra las olas de sudor, abandonado a mi suerte en el mar de tu ombligo, alcancé a ver en el horizonte, una peca.
Nadé hacía ella y mi suerte pareció cambiar. La isla peca, se encontraba desierta, ningún vestigio de vida, tan solo en medio, por palmera, un pelo. Me senté a su sombra para descansar y ver el fin del día.

lunes, 26 de enero de 2009

Esto yo lo cambio por mis cojones.


Otro mundo es posible, ¿pero cual?. El tuyo, el mío o ninguno de los dos.
Es necesaría una votación para conocer la revolución.

La esperanza puede convertirse en un placebo.

miércoles, 21 de enero de 2009

En Toronto no hay Romero.

Uno de estos días el mundo se va a desplomar de tanto peso de injusticias.

Un beso tuyo, si un beso, con eso me bastaría.

Como es posible que nos idiotizen, si los pobres somo mayoría.

De tus labios un beso, de tu lengua un sello, de tu garganta un suspiro.

Propiedad privada. Se prohibe volar a los pajaros sin autorización. Cuidado con el aguila.

No quiero ser un sauce llorón, ni un cauce seco, quiero ser para usted un fresco revolcón, un ligero revoloteo, el agua turquesa que pasa por entre las piernas.

lunes, 19 de enero de 2009

Amo Hada


CAPÍTULO 44.

El ser infinito, hermano del búho de los ojos rojos, me guiñó la "l" intercalada de mi almohada.

jueves, 15 de enero de 2009

Entre ellas comentan


Todas hacemos lo que tenemos que hacer, hasta un cabello hace su sombra.

lunes, 12 de enero de 2009

Eramos tan jovenes, cuando ya no lo eramos


Jamas te lo he dicho, jamas te lo he escrito y no sé si esto lo leeras. Te amo.

La niña que dormía en una cama de ex matrimonio


Este cuento comienza con un grito:

- Aaaaaaaaaaaaaaghhhhhhhhhh, glup -tuvo que parar de gritar bajo el agua, la salada entro en su boca y tras un masaje estomacal vomitó un caballito de mar que salto la barrera de sus dientes.

Despertó en medio del mar, en una profundidad. Los peces que la rodeaban se encontraron extrañados, les resultaba tan extra, que el bogavante, entre antenas burbujeo "extravagante, realmente extravagante".

Una niña de pelo negro mojado había aparecido en aguas templadas del caribe. Todos se preguntaban si venía nadando o se había caído de un barco. Miraron al cielo, al cielo del mar, y sobre la lámina, un pedazo de luna que no iluminaba a ninguna nave.

Ella miraba y no hablaba, por alguna extraña razón, permanecía quieta. Su piel no se volvía azul, según las leyes del mar, cuando un humano esta sumergido por completo, a los minutos, su piel se torna cerúlea y sus miembros se vuelven vaivenes de las corrientes.

El tiempo pasó lentamente, hasta que del horizonte marino surgió una red con cascabeles ensortijados. La niña era abrazada y alzada a la superficie. El bucanero a rayas que estira de la malla, al verla pone fin a su caos y dijo:

- Por el azar se creo este mundo, por el azar apareció la vida, por el azar surgió el hombre, por el azar te encontré, por tanto digo que el azar es mi Dios -del bolsillo, con el dedo se ayudo para sacar una moneda, la lanzó a hacer piruetas, y mientras se volvía a su mano, se dijo: cara la amo, cruz...

domingo, 11 de enero de 2009

Y le llamaban INDESTRUCTIBLE


Existen más lugares que caminos, y caminos que llevan al mismo lugar.

La ultima capa que te queda es tu piel, fuerte, dura, quemada y agrietada por el viento y el sol.